miércoles, 29 de septiembre de 2010

La ruta de Las Mujeres: Elecciones en Brasil


por Pilar Duran B.
Vicepresidenta de la mujer y Concejala.
Partido Socialista de Chile


La revista Time designó a Lula "el personaje más influyente del mundo''. El semanario británico The Economist señalo en una de sus ediciones en portada "Brasil despega'', indicando que en los próximos años ascenderá de su actual estatus de 8va economía mundial a la 5ta. Sumado a lo anterior, se ha descubierto una de las reservas de petróleo submarinas más grandes del mundo, y por añadidura, Brasil implementará la Copa Mundial de Fútbol el 2014 y de los Juegos Olímpicos del 2016.También -señalan los expertos- las políticas económicas durante los últimos años, han materializado grados de confianza acompañada de significativas inversiones.

En este panorama de bonanza y crecimiento, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, Dilma Rousseff, probablemente será electa presidenta de Brasil este domingo 3 de octubre, y enfrentará nuevos desafíos para continuar la lucha contra las pobreza y la exclusión, pero también, por liderar las opciones progresistas de America Latina y el Caribe.

Auspiciosamente para las mujeres, el día 14 de septiembre el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anunció el nombramiento de nuestra ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, como Directora General de la nueva agencia de las Naciones Unidas ONU-Mujeres. Esta señal abre un nuevo panorama para las fuerzas progresistas y libertarias en nuestra región, y en particular para el liderazgo de las mujeres.

En este nuevo ciclo, las mujeres debemos revindicar y hacer nuestros los atributos, perfiles, símbolos y los contextos de trabajo y roles de estas dos mujeres, por hacer de América Latina una región más integrada social y económicamente.

Sólo en América Latina y el Caribe, la incidencia de la pobreza alcaza un 33,0% de la población (180 millones), incluyendo un 12,9% (71 millones) que vive en condiciones de indigencia. Esta cruel realidad, es un desafío que debe motivarnos a luchar por hacer del mundo un lugar más hospitalario, libertario y más justo para cientos de familias y mujeres que a diarios enfrentan la discriminación y el abuso de poder. También un camino a seguir por cientos de jóvenes que pensamos que otro mundo es posible, y que las mujeres abren nuevas sendas y ocupamos un lugar destacado en el compromiso por la igualdad, el desarrollo social y la justicia social.

Finalmente nuestro compromiso es, respeto y reconocimiento a los pueblos originarios, mejorar la distribución del ingreso y la equidad, mejorar las condiciones laborales de hombres y mujeres, y promover sistemas de protección sociales modernos. Quizás, algún titular en el futuro también designe una mujer como el personaje más influyente en las políticas públicas. El desafío depende de nosotras.





ase