miércoles, 23 de junio de 2010

Genero: Los desafíos de la Igualdad y el PNUD


"Genero: Los desafío de la igualdad y el PNUD"
por Pilar Duran, Concejala Independencia
Candidata al Comité Central de la Región Metropolitana de Santiago


El Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) en Chile 2010, titulado “Género: los desafíos de la Igualdad”, postula que para lograr una plena igualdad de género, nuestra sociedad debe enfrentar los “núcleos duros” que obstaculizan los avances esperados. Tema que las mujeres socialistas compartimos plenamente.

Según este interesante estudio, en Chile la desigualdad ha disminuido significativamente. Así lo indican los datos proporcionados: el 89% le parece importante seguir avanzando en este ámbito y un 71% confía en que así será. A pesar de esto, un 40% de hombres, y un 50% de las mujeres consideran que la relación entre ellos es muy desigual. Por otra parte, un 76% de las personas considera que, comparado con diez años atrás, las desigualdades entre hombres y mujeres en Chile han disminuido, y más del 93% reconoce que las actuales leyes protegen mucho más que antes a las mujeres. Datos significativos para evaluar las políticas públicas y acciones desarrolladas por los gobiernos de la Concertación.

Un antecedente vital y de alta preocupación proporcionado, indica que, un 40% de los hombres y un 50% de las mujeres piensan que la relación entre ellos es muy y bastante desigual. Según comparaciones internacionales, nuestro país aparece aún rezagado. En efecto, según los datos en el último Índice de Desarrollo Humano mundial, Chile se ubica en el lugar 44 entre 182 países en materias relevantes como: acceso a educación, salud e ingresos. Sin embargo, los mismos datos señalan que en el acceso de las mujeres a los cargos de poder, medido por el Índice de Potenciación de Género (IPG), Chile ocupa el puesto 75 entre 109 países.

Otro tema de interés es el mundo del trabajo. La incorporación de las mujeres al mercado laboral ha crecido de 32% a 49% entre los años 1987 y 2006, (ref. CASEN). Según la base empírica, cada vez se valora más que la mujer trabaje jornada completa en familias con la presencia de hijos o sin hijos. Sin embargo, el Informe constata que pese a estos avances, las mujeres se topan con un “núcleo duro” al interior del hogar y otro en su lugar de trabajo: señalando de manera preocupante que, las tareas domésticas y de cuidado siguen siendo casi exclusivamente responsabilidad de las mujeres, mientras que, paradojalmente reciben bajas y menores remuneraciones, y cuyos contratos son aún más precarios. Tema de gran preocupación.

Finalmente, el proceso de modernización y cambios en las últimas décadas han posibilitado mejoras objetivas en las condiciones de equidad y de género. Sin embargo, queda mucho por hacer, en particular en nosotras, las mujeres de nuestro país.





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lunes, 21 de junio de 2010

UNIDAD, CAMBIO Y DEMOCRACIA: CLAVES SOCIALISTAS DEL SIGLO XXI


Colectivo de Identidad Socialista

1. Los hombres y mujeres Socialistas somos parte del pueblo chileno, de su historia e identidad. En las próximas elecciones internas del 04 de julio la sociedad chilena mirara con inquietud el devenir del Partido de, Salvador Allende, Carlos Lorca, Ezequiel Ponce, Clodomiro Almeyda, Michelle Bachelet, numerosos militantes y mártires.

2. La derrota electoral de la Concertación de Partidos Por la Democracia, el terremoto del 27F, el gobierno de Piñera y las elecciones internas de los principales partidos de la escena nacional, abre un nuevo ciclo de la política chilena. Esto, eventualmente permita derribar mitos, fábulas y abrirá expectativas inéditas en el año del Bicentenario.

3. Los socialista repartidos en cada rincón de chile demandan un profundo debate sobre la derrota política de la concertación que tiene carácter estratégico, la reconstrucción a estándares de desarrollo acorde a un país que tiene los recursos para realizarlo; un profundo cambio de la democracia interna, en la generación de liderazgos y la representatividad partidaria. Esta demanda socialista no fue escuchada por la elite dirigente, privilegiando las “Elecciones Internas” por sobre “El Congreso”, en definitiva circunscribiendo el debate en torno a personas y no a ideas, aumentando la deuda con los militantes y acrecentando el malestar de la sociedad.


4. Una parte de los chilenos y chilenas expresaron su malestar y nos castigaron con su voto. No obstante, resulta imprescindible señalar que la política partidaria y la de la concertación tienen una deuda con la sociedad. Nuestros electores prefirieron votar Piñera, anular u otras opciones, estas generaciones de ciudadanos necesitan que entreguemos señales de autocritica, de rectificación de las malas prácticas y errores cometidos e invitarlos a construir un nuevo pacto social, expresado en sueño de país, programa de gobierno que recoja sus demandas y aspiraciones en el “Chile Del Bicentenario”.

¿Que proponemos?

5. Institucionalidad Partidaria
Al repensar la política interna considerando que la sociedad chilena se ha modernizado a cabalidad, que duda cabe que las organizaciones políticas deben actuar con institucionalidad, también con horizontalidad, con cabeza pero también con corazón, con audacia pero también con sabiduría, con nuevos enfoques y una cultura política audaz inspirada en principios humanistas orientadores del quehacer socialista para la transformación social. Los nuevos liderazgos, la continuidad y cambio generacional, deberán asumir los riesgos y desafíos para representar y recuperar la soberanía popular en este marco valórico. Hoy, más que nunca, se debe reinventar el Socialismo en lógicas de principios e identidad con la historia y los nuevos desafíos. Una nueva generación que conduzca al Partido y a la Concertación a recuperar la mayoria nacional, no puede ser designada, debe ganarse la confianza de los militantes, de las organizaciones sociales y de los ciudadanos, con inteligencia, coherencia politica y espiritu libertario.

6. Valorar la militancia; El distanciamiento de la orgánica partidaria con el militante por privilegiar la acción en el estado, la práctica política abordada desde el personalismo y no desde la generación de las ideas, ha llevado a precarizar el desarrollo del militante, perdiendo su identidad y compromiso con el partido y convirtiéndose en una relación clientelar, sin poder de decisión. Esta realidad partidaria en el nuevo escenario político debe cambiar radicalmente, posibilitar y facilitar a los militantes el ejercicio del poder, por medio de definir claramente los militantes con capacidad deliberativa de los simpatizantes, poniendo el acento en el interés colectivo por sobre el individual.

7. Más poder a los comunales; El deterioro de la institucionalidad partidaria se expresa profundamente en las comunas, solo a la capacidad de elegir dirigentes nominales en las que logran constituirse, los cuales están desprovistos de poder sustantivo en la gestión y el desarrollo partidario. La transformación de esta realidad es una necesidad estratégica para enfrentar con mejores herramientas nuestra incorporación en la sociedad en el ejercicio opositor al gobierno de derecha.

8. Regionalización partidaria; El exceso de centralismo de la gestión pública y de la toma de decisiones, afecta las dinámicas de que hacer partidario y la distribución del poder interno, generando un paternalismo y desequilibrio que daña el desarrollo partidario y la decisiones de desde lo local como factor determinante y pertinente producto del conocimiento y cercanía con el territorio. Las decisiones del la región deben tomarse en la región, por ello impulsaremos un profundo debate con relación a la distribución del poder en partido.

9. Reformular el sistema de elección interna; El cambio de ciclo de la política nacional nos pone en perspectiva de analizar la pertinacia de nuestro sistema de generación de dirigentes y por ende de los liderazgos partidarios. Esta nueva realidad política nos exige actuar con mayor rapidez, eficiencia y flexibilidad para anteponernos al poder político hegemónico de la derecha en la construcción de realidades por la posesión de los medios de comunicación, entre otros.
Necesitamos auto gestionar una oposición desde la base socialista, las organizaciones sociales, sindicales y del territorio. Por ello impulsaremos el debate sobre el actual sistema de generación de autoridades en el partido, ya que este no da cuenta de la realidad política, de los desafíos que debemos afrontar que permita acercar nuestras propuesta a la sociedad y facilite el desarrollo colectivo. La discusión y decisión de un nuevo sistema de elección interna, debe considerar una equitativa distribución del poder interno e igualdad en la competencia, que refuerce los liderazgos con identidad política enraizada en la cultura popular y local.
Establecer primarias vinculantes para la generación de los candidatos del Partido, para elección del candidato a presidente, parlamentarias y Municipales.

Un nuevo sueño de país, que recupere la voluntad popular y ciudadana

10. Con profundo pesar, no podemos dejar de señalar que el terremoto del 27F afectó gravemente a 10 millones de personas. Arrasó con el borde costero de 3 regiones, genero fuertes daños e impactos en 5 ciudades de más de 100 mil habitantes y cerca de 50 pueblos con más de 5 mil habitantes, causando desolación y temor en el área metropolitana de Concepción. A todas las familias y víctimas de la fuerza de la naturaleza y de un modelo de desarrollo privilegia el lucro frente a un desarrollo sustentable, nuestra solidaridad, trabajo y esperanzas para reconstruir sus hogares, sus redes familiares y su dignidad.

11. En este panorama, es imprescindible que levantemos un “Programa de Reconstrucción y Desarrollo Para Chile”. Un programa que permita recuperar la confianza de la mayoría de los chilenos y chilenas. Una agenda, para lo cual debemos impulsar un proceso participativo, coherente, eficiente y con nuevos estándares de equidad y calidad que represente el espíritu y sentir de la ciudadanía, sin exclusiones ni discriminaciones.

12. En este periodo de gobierno 2010-2013, la derecha económica y financiera de nuestro país controla el poder ejecutivo, los medios de comunicación, la mitad del parlamento, lo que les permitirá continuar ahondando en la brecha de exclusión económica y discriminación social. Algunas señales ya han ido alumbrando y oscureciendo el zigzagueante debut de Piñera y perfilando las características de su gobierno. La ciudadanía espera que frente a esta hegemonía de la derecha y los sectores conservadores, nuestro Partido ofrezca una alternativa libertaria y socialista al modelo imperante. Nuestra oposición debe ser activa, coherente y consecuente, debemos saber comunicarla asertiva y oportunamente a nuestro país.

13. Nuestra política de alianzas debe fortalecer la Concertación de Partidos por la Democracia, los socialistas desde la concertación, debemos promover la unidad de las fuerzas políticas, sociales y culturales que se oponen al gobierno de Piñera. Nuestra política de alianzas arranca desde la concertación, debe ser integradora, propositiva y responsable, para unir en una gran coalición de centro izquierda a todas las fuerzas políticas que quieren un país solidario, respetuoso de los derechos humanos, que acepte la diversidad y que apuesta por un estado de derecho basado en la justicia social.

14. En lo político, debemos señalar que el no haber mantenido la unidad de la coalición, permitiendo que surgieran divisiones internas irreconciliables, partidos o líderes con una animosidad destructiva, sumado al exasevado interés por los proyectos personales, la falta de madurez política para resolver los conflictos al interior de los Partidos, hicieron sucumbir la feble mayoría que teníamos sobre la derecha. La diversidad y el respeto por nuestras diferencias como patrimonio concertacionista no puede ser diezmado y no ser una alternativa real de poder.

15. Enfrentados a este nuevo periodo político de nuestro país y de cara a los desafíos del siglo XXI, el Partido Socialista de Chile debe mostrar que puede seguir siendo un eje fundamental en la construcción de una alianza de mayoría sin exclusiones y sin omisiones. Esto permitirá que enfrentemos las elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales, con posibilidades reales de éxito. Se actualiza un importante desafío para el Socialismo Chileno, que como lo indicara sabiamente Clodomiro Almeyda: “mostrar la vigencia y viabilidad del PS en el siglo XXI”.

16. Los socialistas debemos ser capaces de representar y defender los temas históricos por los que vivió y murió Salvador Allende, enfrentando las desigualdades, las aberrantes injusticias laborales, las discriminaciones sociales, pero también como lo señalaran nuestros ex presidentes Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet, debemos dar respuesta a las nuevas diferencias de la sociedad del conocimiento y la era de la información; Los desafíos que impone el neoliberalismo post crisis internacional del sistema financiero y monetario; el rol del Estado y las políticas públicas; las tensiones y drásticos cambios que imponen el cambio climático; la brecha de acceso en el ámbito digital y la comunidad 2.0; las discriminaciones en contra de las mujeres; la falta de reconocimiento de nuestros pueblos originarios y la ausencia de un enfoque basado en el respeto y protección de los derechos humanos. Sin lugar a dudas, la urgente descentralización y desconcentración, son aspectos vitales para promover la autonomía y eficiencia de los gobiernos regionales y locales. Reconstruir redes de confianza, capital social e innovación que promuevan la participación libre y democrática de la ciudadanía. Valorar desde la nueva dirección partidaria, el rol vigoroso de Alcaldes, Concejales y Consejeros Regionales, que junto a los Parlamentarios deben velar porque estos planteamientos se materialicen.

17. Asimismo, no podemos dejar de mencionar la defensa y claridad del compromiso social de la Concertación sobre el sistema de protección social y avance en materias sociales, económicas, educacionales, previsionales e internacionales como parte del legado de Nuestros Gobiernos. Respaldamos la inscripción y voto obligatorio para los casi 3 millones de chilenos y chilenas que aun no ejercen un necesario derecho y responsabilidad cívica. También manifestamos nuestro rechazo y preocupación por el maltrato y despidos injustificados en estos primeros tres meses de gobierno de derecha. Apoyamos a las organizaciones sociales gremiales que defienden y promueven los derechos de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país.

18. Los socialistas debemos hacernos cargo de este “momento gris y amargo”, pero también, un ciclo lleno de oportunidades y desafíos. Chile ya no es el mismo, y gracias a la Concertación. Pero, también este cambio implica que no tolera y acepta castas y privilegios de unos pocos, ni lenguajes patronales y autoritarios, ni intocables, ni menos nuevas nomenclaturas. Tampoco es tiempo de secretismos, omisiones y reuniones entre cuatro paredes. Lo que exige es más democracia, transparencia, diversidad y participación.

19. Finalmente, gracias al valor de recuperar la democracia y promover la justicia social, la dignidad de las personas, las condiciones de equidad territorial y de género, las luces y sombras de las políticas públicas y la globalización, y el rol vital de un frente que aúne a todas las fuerzas progresistas, configuran un nuevo contexto político para Chile. La historia nos ha puesto en un inédito transito, en que la sociedad ha tomado un ritmo y velocidad que debemos alcanzar. Ese es el principal desafío de todos los hombres y mujeres socialistas.


UNIDAD, CAMBIO Y DEMOCRACIA:

CLAVES SOCIALISTAS DEL SIGLO XXI




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domingo, 20 de junio de 2010

Cambio y Democracia para Las Mujeres

CAMBIO Y DEMOCRACIA PARA LAS MUJERES: 4 CLAVES DEL DEBATE
Pilar Duran, Concejala Independencia

Como lo han señalado los informes internacionales del PNUD: “el progreso hacia la equidad de género ha sido disparejo y lento”. Así lo indico la 54ª sesión de la Comisión sobre el Estado de la Mujer. Veamos algunos datos proporcionados por organismos internacionales competentes:

Primero, educación. Alrededor del 60 por ciento de los países han logrado la paridad de género en la educación primaria, 30 por ciento en la educación secundaria y sólo 6 por ciento en la educación terciaria. Al ritmo actual de progreso, el objetivo de eliminar la disparidad de género en todos los niveles de la educación para 2015 está lejos de ser alcanzado. Un grave problema para las mujeres y familias del mundo.

Segundo, economía. Casi dos tercios de mujeres en los países en vías de desarrollo desarrollan actividades vulnerables, trabajando por cuenta propia, o realizando trabajo familiar no remunerado. Como resultado de la crisis económica global, una mayor cantidad de mujeres se ven obligadas a tomar trabajos vulnerables con respaldo limitado, o inexistente, que las proteja de la pérdida de ingresos durante el receso económico.

Tercero, violencia. En el transcurso de sus vidas, por lo menos una de tres mujeres es golpeada, forzada a tener relaciones sexuales, o agredida por su pareja, y una de cada cinco mujeres será victima de violación o intento de violación. El número es aún más elevado durante períodos de conflicto armado.

Cuarto, mujeres en política. El promedio mundial de mujeres en el parlamento (18.6 por ciento) está lejos de la meta del 30 por ciento establecido en la Declaración de Beijing y en la Plataforma para la Acción. Al ritmo actual, llevará otros 40 años lograr la paridad de género. De 9 mujeres jefas de estado o gobierno en 2000, se aumentó a 15 en marzo 2009. Se registraron avances en América Latina y el Caribe, donde las mujeres ocupan el 22 por ciento de las bancas parlamentarias, el promedio regional más elevado.

Finalmente, es prioritario un nuevo liderazgo político femenino que contribuya a la construcción de sociedades equitativas y que enfrenten esto temas. Un desafío es comprender claramente que, la integración de las mujeres es la integración de todos y todas.





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